Desde el principio de los tiempos, el pueblo judío migro a lo largo y ancho del mundo, escapando de guerras, persecuciones o de crisis socio económicas. Como resultado, el pueblo judío fue el vehículo necesario, llevando consigo recetas, costumbres y tradiciones. A cada nueva tierra donde llegaba, adaptaba las costumbres locales con las propias, creando así una identidad culinaria única en su tipo.
La cocina judía se reparte a lo largo de los continentes Europeo, Americano, Africano, Medio Oriente y Asia.
Quisimos traer al presente, las recetas del pasado, las de nuestra madres y abuelas, y las de todo el pueblo judío del mundo.